Estados unidos y la democracia
La idea de la democracia se originó en las ciudades-estado de la Grecia Antigua, como Atenas, en la que todos los ciudadanos (excluyendo mujeres y esclavos) tenían el derecho de participar directamente en el cuerpo gubernamental. Platón junto a Aristóteles y otros ilustres de la época, desconfiaban de la democracia pura temiendo que el autogobierno democrático no funcionaría ya que la gente común no sabría como manejar la “nave” del estado. El pueblo no se encuentra lo suficientemente familiarizado con conceptos tales como economía, estrategia militar, con las condiciones con otros países o las complejidades de la ley y la ética.
Las democracias liberales surgieron a partir de las relaciones burguesas que, en los siglos XVIII y XIX, sacudieron Europa y los Estados Unidos. Acontecimientos como la independencia de las Trece Colonias Inglesas en América del Norte (1776), la Revolución Francesa (1789) y las revoluciones europeas de 1848 destronaron el absolutismo, descartaron la herencia feudal, redujeron el poder de la Iglesia Católica, y alentaron la separación de la Iglesia con el Estado.
Alexis de Tocqueville (1805-1859), un estadista francés, político teórico e historiador visitó los Estados Unidos para estudiar su sistema penal, durante este periodo escribió Democracy in America (2 vols. 1835, 1840), con el objetivo de describir las instituciones políticas de ese entonces y un penetrante análisis de cómo se ejercía la política en los Estados. Tocqueville se dio cuenta que en Europa existía una irresistible tendencia hacia el concepto de democracia y una igualdad social que inevitablemente derribaría la predominante institución aristocrática, sin embargo, imaginaba que tal tendencia iría a disminuir en vez de intensificar la